El precio del transporte marítimo ha sido durante más de 24 meses una preocupación a nivel mundial. Si ya antes de que la pandemia fuese declarada como tal en todo el mundo se acumularon algunos problemas que entorpecieron la cadena de suministro, a partir de ese momento el coste llegó a multiplicarse por diez. Eso supuso un verdadero reto para empresas como la nuestra, intentando ofrecer tarifas competitivas a nuestros clientes y negociar casi diariamente con las grandes navieras. Sin embargo, las calma parece haber precedido a la tormenta y los costes del transporte por mar llevan varios meses cayendo. Un buen dato para todos los que formamos parte del universo del transporte de mercancías export-import.
Una caída en el precio del transporte marítimo muy desigual
Aunque el titular de la bajada de precio del transporte marítimo sea positivo, lo cierto es que la realidad es bastante desigual. Es más, en términos de costes y de tiempos, las conexiones Europa-Asia con buques de carga todavía se encuentran en tarifas multiplicadas por cuatro respecto a la era pre-pandemia. También siguen por encima de aquella época los tiempos de llegada, con una media de 46 días frente a los 29 previos.
A falta de una regulación europea para las navieras, adaptada a todos los cambios que hemos vivido en el último lustro, a este lado del mundo siguen existiendo muchas diferencias con respecto a EE.UU. Muchos especialistas en comercio internacional consideran que la adaptación del viejo continente con la previsión de revisión del marco regulatorio para el 2024 es demasiado tardía.
El precio del transporte marítimo cae: la otra cara de la moneda
Sin embargo, aunque celebremos la caída del precio del transporte marítimo, que supone mejorar las tarifas que podemos ofrecer a los clientes, y al mismo tiempo para ellos supone un alivio al poder compensar con esta caída los altos costes de la energía y la actual inflación, los datos económicos nos muestran que la otra cara de la moneda podría no ser tan esperanzadora.
La mayor parte de expertos considera que la demanda es la que está presionando a la baja en el precio del transporte marítimo. Es decir, que se está anticipando un menor crecimiento del mercado, según los más optimistas; y una recesión, según los que consideran el escenario como más negativo. La inflación mundial afecta directamente al consumidor final, que compra menos. Esto alivia la capacidad de la cadena de suministro, y reduce los costes, pero supone también un freno en el crecimiento de las empresas.
El transporte marítimo es un mundo extremadamente complejo. Son muchos los factores que están detrás de los precios y del comportamiento del mercado. En Iberoforwarders seguiremos apoyando a nuestros clientes ofreciendo alternativas con tarifas competitivas. Aquellas empresas que buscan una oportunidad en nuevos mercados exteriores pueden contar con nuestra división especializada en marítimo, que cuenta con una experiencia de décadas en el mercado. ¡Contáctanos sin compromiso alguno! Estaremos encantados de poder ofrecerte un servicio adaptado a las necesidades de tu negocio.