El transporte marítimo lleva tiempo en una situación convulsa. Hemos dado cuenta de ello en las diferentes noticias de actualidad en nuestro blog en las que recogíamos la problemática. Sin embargo, parece que tras la tormenta, llega la calma, y todo indica que el sector ha dejado de tener cuellos de botella, y que el incremento de la capacidad de la flota es ya una realidad.
Navieras con precios más competitivas con el incremento de la capacidad de la flota
Lo que puede parecer una buena noticia para la realidad del mercado, puede esconder una segunda interpretación, la cual se ha puesto de manifiesto por parte de la federación de transitarios españoles (Feteia) en Valencia en su última reunión. Para los mismos, el incremento de la capacidad cuando la demanda no crece a dicho ritmo supone que las navieras van a competir en precio. Y si bien esto podría ser un alivio para los transitarios y sus clientes, lo cierto es que podría desencadenar en una concentración de la oferta de espacio de transporte, lo cual en el medio plazo se traduciría en una desventaja para todos los operadores, a excepción de las navieras.
Lo que se teme es que la tendencia sea a ofrecer más espacio cuando la demanda no se ha elevado en la misma medida para conseguir entre navieras quitar carga al otro. Y esa competencia, solo puede hacerse a base de precio. Hasta ahí, todo podría entenderse como la ley de la oferta y la demanda, pero el gran problema está en que muchas pequeñas navieras podrían no resistir el tirón. Y eso podría desencadenar fusiones y reducción de la competencia, que es precisamente lo que se teme Feteia en los próximos años.
La noticia oculta tras la desaparición de los cuellos de botella
Si no hace mucho hablábamos de cadenas de suministro tensionadas por los cuellos de botella que produjo la pandemia, los problemas de la misma con cierres de puertos en China, y otras cuestiones relacionadas con el desfase oferta-demanda, ahora desde el índice BottleNeck de la empresa analista Gate Center, muestran que la situación ha vuelto prácticamente a la normalidad, cerrando en 110,13 puntos, lo que supone una caída de 20 puntos porcentuales en lo que va de 2023.
Hasta aquí, lectura positiva. Al fin y al cabo, el incremento de la capacidad de la flota, la eliminación de cuellos de botella y su reflejo en costes dan tranquilidad a los operadores. Sin embargo, el dato no tan positivo se encuentra a partir de noviembre 2022, y la tendencia se mantiene. La actividad empresarial se ha moderado, en parte por un contexto mundial marcado por inflación, subidas de tipos y miedo a la inversión por la incertidumbre. Veremos cómo evoluciona en los meses que todavía restan del año.