La unión aduanera de la UE es todavía una utopía, pero desde el seno de las instituciones europeas se pretende acercar posturas para lograrla en un futuro, reduciendo de manera drástica la burocracia asociada a trámites como lo son las exportaciones, las importaciones y muchas de las tareas relacionadas con el transporte de mercancías.
Si bien es cierto que dentro del espacio común todo es más fácil que a nivel de terceros países, todo puede ser mejorado. Un buen ejemplo de esto es el caos y la problemática relacionada con las exportaciones a Reino Unido desde su salida de la Unión Europea. De hecho, hablamos hace poco el asunto fue portada de varios medios especializados, con la paralización de la línea directa del tren desde Alicante, la cual supondría un importante avance en materia de sostenibilidad, pero que por cuestiones de burocracia europea ha sido paralizada al no ser viables económicamente hablando los trayectos.
Unión aduanera de la UE: un proyecto piloto liderado por España
La mayor parte de los países de la Unión Europea -incluida España- presentan una diferencia entre las exportaciones y las importaciones negativa. Es decir, importan más bienes de los que exportan. En los últimos meses, la crisis de Ucrania y la necesidad de invertir en energía y materias primas que han multiplicado sus precios ha hecho que esa balanza se desequilibre aún más.
Tan solo cuatro países de la Unión Europea presentan habitualmente cifras de superávit comercial. Son Alemania, Países Bajos, Bélgica e Italia, debido principalmente a la capacidad exportadora de su industria. Vista la problemática, y cómo la burocracia afecta a la competitividad, la Unión Europea implementará a partir de 2024 lo que se conoce como despacho centralizado europeo, que es un paso previo a esa unión aduanera de la UE a nivel global.
El despacho centralizado europeo que se está actualmente testando como proyecto piloto en España permitirá dos ventajas para las empresas exportadoras:
- Simplificación de trámites, lo que reducirá costes y tiempos.
- Desaparición de la figura de representante obligatorio y sus costes aparejados en cada uno de los países por los que pasa la mercancía.
El sistema que actualmente está siendo testado por España lo está llevando a cabo la Agencia Tributaria que ya ha trabajado con él para hacer envíos reales, siendo el primero el 3 noviembre del año anterior.
Si todo sale según las previsiones de la Unión Europea, este documento que permitiría una simplificación de todos los trámites y la burocracia asociada a exportaciones e importaciones estará en marcha en todo el territorio a partir del 1 de enero de 2024, lo que supondrá un gran avance no solo en la unión aduanera de la UE, sino en la competitividad de todos los actores que se dedican al export/import o a actividades relacionadas con el sector.